Gobierno prepara licitaciones para tren de pasajeros en Monterrey
El Gobierno Federal anunció que se encuentra en una fase decisiva para el desarrollo del Tren de Pasajeros Saltillo–Nuevo Laredo, proyecto que atravesará la Zona Metropolitana de Monterrey y que contempla la construcción de dos tramos estratégicos, la adquisición de 47 trenes y la recuperación o creación de estaciones en diversos municipios.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, Andrés Lajous, director general de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario, informó que ya se recibieron propuestas para la licitación del tramo B, que comprende aproximadamente 30 kilómetros hacia el norte de Monterrey, y que mañana se publicará la licitación del tramo A, con 18 kilómetros de acceso entre Santa Catarina y el centro de Monterrey, incluyendo estaciones y edificios auxiliares. Además, se encuentran en proceso las licitaciones para las estaciones que conectarán Derramadero y García, así como las bases de mantenimiento.
El funcionario destacó la coordinación con el Gobierno de Nuevo León para garantizar la conexión del tren con la línea 4 del Metro de Monterrey, lo que permitirá a los usuarios combinar el transporte ferroviario con el sistema metropolitano, ofreciendo mayor movilidad urbana y beneficios para la región.
Entre los avances presentados, se incluyen dos modelos de estaciones: una en Villaldama-Bustamante, donde se recuperará la infraestructura histórica del siglo XIX, y otra en Anáhuac, diseñada para baja demanda, cumpliendo con los criterios arquitectónicos establecidos por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Las fechas clave para las licitaciones son:
- Zona Metropolitana de Monterrey B (30.7 km): fallo el 19 de diciembre.
- Zona Metropolitana de Monterrey A (18.1 km): fallo el 29 de enero de 2026.
- Estaciones Derramadero-García: propuestas el 6 de enero.
- Edificios auxiliares y bases de mantenimiento: propuestas el 5 de enero.
En cuanto a los trenes, se licitarán 47 unidades con tracción diésel-eléctrica, capaces de alcanzar velocidades entre 160 y 200 km/h, con accesibilidad universal y sistemas de información para pasajeros. El proceso exige que el 65% del contenido sea de integración nacional, y actualmente se evalúan tres propuestas de fabricantes para garantizar el mejor cumplimiento técnico y económico.
Este proyecto ferroviario no solo busca mejorar la conectividad regional, sino también impulsar la infraestructura de transporte público en México, fortaleciendo la movilidad sostenible y la integración entre ciudades estratégicas.
